Gracias Dr. David Escobar Galindo

En esta ocasión quiero comentar el artículo del Dr. David Escobar Galindo que se publica este día en la página editorial de La Prensa Gráfica porque encierra una serie de señales y reflexiones que creo deberían ser tomadas en cuenta principalmente por los dirigentes políticos de todos los partidos, pero en especial de Arena.

1. Su artículo inicia con el reconocimiento de una tendencia de surgimiento de gobiernos de izquierda en el continente como antítesis de los gobiernos autoritarios (entiendase dictaduras militares fomentadas y apoyadas por E.U.: Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, entre otras).

2. Son gobiernos que aunque de izquierda dice el Dr. Galindo se dan "dentro de los marcos que han sido incuestionablemente democráticos". Entiendase por esto la existencia de elecciones (aunque sea con campañas de terror de por medio), varios partidos políticos (aunque sean formados por corruptos que se esconden entre si la porquería y se reunen para pactar como evitar lo inevitable), "libertad de prensa" (supongo que al estilo Diario de Hoy). Es interesante como el Dr. Galindo aunque entrecomilla el adjetivo lideres para referirse a Evo Morales y Hugo Chávez reconoce que las reformas que han emprendido no rompen "con los más profundos esquemas establecidos. Lease: libre mercado, pluripartidismo, elecciones, libertad de expresión, movilización y reunión, entre otros.

3. Es interesante y creo que esto es de los más importante que expone el Dr. Galindo: reconoce que la guerra de El Salvador que culmina en 1992 y es el origen de la actual democracia que vivimos inició en 1932 y no en 1980 como se acostumbra a hacer para esconder todas las atrocidades e injusticias que cometieron contra el pueblo salvadoreño como el bien señala, la triada formada por "las cúpulas económicas, militares y eclesiásticas".

Este planteamiento es crucial porque sirve para explicar y desmontar la propaganda de que la guerra es producto del conflicto este-oeste y de que los comunistas quieren apoderarse de El Salvador. También es una forma de reconocer y reivindicar que la matanza de más de 30,000 indígenas y campesinos de 1932 debe pasar a ser incorporada como parte de nuestra historia para que las actuales generaciones entiendan los cambios actuales y la necesidad de contribuir a fortalecer la democracia, porque está construida sobre montañas de cadáveres de salvadoreños y salvadoreñas.

4. El Dr. Galindo también hace una reflexión que muy bien harían nuestros políticos en tomarla en cuenta cuando señala que nuestra democracia no surge ni como obra de la victoria militar de una de las partes ni es sólo obra de la necesidad sino como el dice "es democracia por obra del sufrimiento", pero estos factores han hecho que los sujetos políticos surgidos de ese conflicto con todo y sus imperfecciones sean fuertes.

5. Otro planteamiento interesante del Dr. Galindo es que la misma naturaleza de nuestro actual sistema político multipartidista no lo hace propenso ni existen las condiciones para que desaparezca. En otras palabras no asusten con el petate del muerto de que hay vienen los comunistas y nos van a robar la democracia.

6. De la parte donde se refiere al proceso político actual quiero rescatar un llamado directo que hace a Arena cuando dice: "las resistencias viscerales a la interacción son el verdadero peligro". En otras palabra el mensaje que envía es: nuestra democracia se asienta sobre bases que la tienen "mucho más inmunizada contra el virus aventurero" al "haber vivido, padecido y superado una guerra de veras" así que señores mejor váyanse haciendo a la idea que en una verdadera democracia "imperfecta pero de veras" existe la alternancia en el poder.

Me parece que bien harían en leer detenidamente y entre líneas el artículo del Dr. Galindo principalmente los dirigentes de Arena porque no se en el caso de los del PCN y PDC si serviría de algo por su reconocido ganguerismo y falta de ética. Es una reflexión de alguien muy respetado como intelectual, que no puede ser calificado como de izquierda.

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