sábado, 5 de febrero de 2011

He recibido la reprimenda de un periodista por criticar un artículo suyo

Inicio este post dejando sentada mi posición respecto a las y los periodistas y/o comunicadores/as. En mi TL de Tweeter me siguen alrededor de 15 excelentes personas que se dedican al periodismo o profesiones afines a la comunicación, personas a las que respeto y de las que aprendo, creo que el periodismos es una de las profesiones más nobles, importantes y decisivas de nuestro tiempo por la función social que desempeñan. Por ejemplo durante la guerra en El Salvador  surgieron grandes periodistas que expusieron a diario su vida, ahí forjaron su profesionalismo, al punto que uno de ellos se ganó tanto el respeto, reconocimiento y cariño de la gente que lo hicieron presidente de la República en 2009.  Dicho esto aclaro dos elementos de la realidad salvadoreña que algunas personas dedicadas a la profesión del periodismo o la comunicación olvidan, esconden o no la perciben.

1. En El Salvador los grandes medios de comunicación han estado históricamente al servicio de poderosos intereses políticos y económicos, ejerciendo una función no de comunicar la realidad para que el usuario saque sus conclusiones sino que se constituyeron en herramientas de manipulación político ideológica. Nadie tiene porque creer y aceptar esta aseveración pero reto a quien lo dude a que visite la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, del BCR o de La UES (no se si esta última aún existe luego de tanta invasión y destrucción) para que revise los periódicos de las décadas 70 y 80 del siglo pasado. En ellas no encontrará la guerra sino solo la lucha heróica de la Fuerzas Armadas y el gobierno democrático y cristiano en contra de la hordas comunistas, no hubieron masacres sino enfrentamientos donde las gloriosas Fuerzas Armadas aniquilaban centenares de sediciosos, no existieron las desapariciones y tortura sino solo lucha por proteger la democracia y las buenas costumbres, es más aún en 2011 para ninguno de esos medios Monseñor Romero o los sacerdotes jesuitas fueron asesinados, siguen siendo aliados de los comunistas e instigadores de que la población se pusiera en contra del amado gobierno de la época, etc, etc.

Nadie niega el derecho del propietario de un medio de esos (que jamás ha sido un asalariado o un profesional de clase media) a expresar su posición política ideológica por medio de la sección editorial pero en El Salvador, de la primera a la última página han sido panfletos propagandísticos aún cuando escogen slogans muy atractivos, engañabobos.

2. La actual revolución técnológica ha permitido que aún en lugares tan atrasados económica y ciulturalmente como El Salvador buena parte de la población tengamos acceso a recursos que permiten ir rompiendo a fuerza de hacerse oír en el ciber espacio con el esquema mediático expuesto en el numeral anterior. Algunos cambios en los medios tradicionales como tener editorialistas "de izquierda" no son casuales, los hacen por instinto de conservación.
 
El asunto es que ahora no necesito ni computadora, con solo un teléfono de permita correr Java (de unos $20.00 en adelante) al que se le instala Snaptu me permite conectarme a Redes Sociales y hacer oír mi voz. Algo que escucho o veo en la calle, que leo en un periódico o en otro medio lo puedo comentar, criticar, aprovar o descalificar de forma inmediata y es visto por decenas, cientos o miles (¿dudas: Túnez, Egipto?). Ya no necesito $1,500.00 para pagar un espacio en un periódico y dar respuesta a algo que no me gusta. Ese es el cambio que aún ahora algunos, incluso siendo profesionales de la comunicación no se han dado cuenta. Ahora el comunicador esta obligado no solo a documentarse sino a respaldar lo que publica, esta obligado a mejorar no solo la forma sino tambien la calidad o se expone a que lo hagan pasado, con razón o sin ella.

Aclarado esto, como dicen "a lo que te truje chancha"

Con hora 11:37 pm recibí un correo del periodista Roberto Valencia, a continuación pongo la captura y el contenido. Como podrán observar luego del saludo el correo destila autosuficiencia, prepotencia, poca humildad y quizás hasta falta de profesionalismo.
 

Estimado Eduardo

Le saluda Roberto Valencia, periodista.
No tendría por qué hacer esto, porque no es mi labor responder a los que está claro que no quieren ver lo que tienen delante de sus narices, pero haré una excepción.
Le adjunto el documento que recopila el consolidado de homicidios entre 2007 y 2010 de la Mesa Técnica (conformada por Fiscalía, PNC y Medicina Legal). Son los datos oficiales, y verás que antes de que Funes asumiera no había 14 ni 17 homicidios, es decir, que Funes mintió. Te puede gustar o no, pero mi artículo no manipula, recoge una realidad.
Sé que no te voy a convencer de nada porque está claro que eres un dogmático y no lo harías ni aunque el propio Funes te admitiera en persona que se equivocó, pero me daré por satisfecho si logro que la próxima vez que pienses en difamar y en levantar acusaciones falsas al menos te lo pienses un par de veces.

Y por cierto, para vivir en El Salvador, sabés poco y mal de lo que sucede en el país. Yo también vivo en El Salvador desde hace más de diez años... y tengo los ojos abiertos.
Un saludo.
--
Roberto Valencia
San Salvador, Centroamérica
www.cronicasguanacas.blogspot.com

a) A mi modo de ver, nada de esto se habría dado si el periodista hubiera incluido el link a la fuente de los datos con que respaldaba el título y el contenido de su artículo. De esa forma a diferencia del medio salvadoreño tradicional que dice lo que se antoja sin posibilidad de confrontar sus aseveraciones el medio digital facilita que eso se pueda hacer, el que no cree una aseveración del periodista consulta la fuente y punto. Otro pisto es si la fuente es creíble y confiable, o si a pesar de consultar no creo la aseveración. En este caso, desde aquí el Sr. Valencia se comienza a ahogar en un vaso de agua por su propia falta.

b) Pero bueno, él falto a ese detalle y resulta que su artículo fue criticado por mi persona ¿no hubiera sido suficiente publicar un tweet con el enlace y "callarme la boca"?. No, el señor se pasó varias horas tratando de saber quien era el hijo de vecina que lo había cuestionado para darle la respuesta apropiada, ahí está su bonito correo.

c) Sin embargo,quiero felicitar al Sr. Valencia por tomarse el trabajo de tratar de respladar las afirmaciones de su artículo porque yo había concluido que en El Salvador había alguna regla no escrita por la que los periodistas no responden cuando se cuestiona algún artículo que firman, digo esto por el ejemplo siguiente:

Cuando el periodista Héctor Silva Ávalos suscribió el artículo "Armas que no son de juguete", LPG 21/12/2008 en el que escribió: "La publicación, calzada por mi firma y las de otros dos periodistas en la entrega del sábado 13, ocurrió tras un proceso de reporteo con el que, a través de métodos como la entrevista con fuentes autorizadas, el acceso a pruebas documentales o la corroboración de información con especialistas y analistas tanto fuera como dentro del país, llegamos a una tesis avalada por las palabras del ministro de la Defensa Nacional: "La Fuerza Armada sospecha que en El Salvador hay grupos armados ilegales".

Eso era en referencia al artículo: "Defensa indaga existencia de grupos armados" LPG 13/12/2008 suscrito por Héctor Silva Ávalos/Luis Laínez/Salvador Martínez donde entre otras cosas afirmaban: "Un documento archivado en ese informe de inteligencia, fechado el 20 de julio de 2008, indica que existe un área de adiestramiento militar en las coordenadas 13°59'07.7" Norte y 89°13'34.76" Oeste".

Visto así suena serio, creíble, profesional, incuestionable, pues yo como todo buen hijo de vecina me fui a comprobar (con Google Maps claro) las coordenadas y le cuestione a Ávalos sobre la veracidad de esa información, si no le hacía ruido que un lugar ubicado a 5 minutos de la Troncal del Norte y de El Paisnal estuviera siendo utilizado de esa forma y las autoridades fueran incapaces de llegar a investigar como si estuviera en medio de alguna selva inhóspita. Pasaron las elecciones, no lograron evitar que Mauricio Funes y el FMLN ganaran y yo hasta hoy sigo esperando la respuesta de Ávalos. Por cierto el gobierno de Mauricio Funes lo premió con un puesto en Washington.

Este es solo uno de varios casos que he cuestionado a periodistas de distintos medios, hasta ahora no había recibido respuesta de ninguno.

Porque me tomo el trabajo de exponer todo esto, sencillamente la nota del Sr. Valencia tiene esas características, es decir se realiza un cuestionamiento gratuito que desconoce y obvia los esfuerzos que se hacen en el campo de la seguridad, aparentemente solo busca generar dudas internacionales, extrae de la entrevista la cita que es vendible mediáticamente. La entrevista duró más de una hora, ¡Que casual el fragmento escogido!.

Aclaro que nunca antes he leído otro artículo del Sr. Valencia pero este formato de noticia es de sobra conocido en El Salvador, lo utilizan los grandes medios y los políticos miembros de partidos de todos los colores, se caracterizan por 4 cosas:

a) Realizan afirmaciones sin proveer las fuentes de sus afirmaciones, allá usted si se lo cree o no, allá usted si se toma el trabajo de investigar y comprobar o no.

b) Ocultan, escamotean, obvian cualquier referencia a lo positivo o a los esfuerzos que se hacen en el campo criticado.

c) Realizan críticas y no proponen o al menos sugieren que harían ellos si fueran los que debieran afrontar lo que critican, con lo que demuestran un interés de dañar o destruir y no una intención sana.

d) Si se les señala lo anterior dicen que eso no es responsabilidad de ellos ¿y entonces para que se ha elegido o nombrado a los que están en los cargos?.

El Sr. Valencia ahora me hace llegar por correo el documento que respalda sus afirmaciones cuando como ya señalé fácilmente en su nota pudo poner el enlace a su fuente de datos (así es el periodismo ahora, mas en un blog). Me temo se vió obligado a esta aclaración porque su nota fue publicada en un medio español y al leerlo aquí a mas de uno nos causo escozor y levanto cierto polvo por un rato pudiendo generar alguna duda al otro lado del charco.

He tratado de encontrar si las cifras del documento de OCAVI (su fuente) son tomadas como oficiales pero no lo he logrado. El hecho que se señale su proveniencia del IML, PNC y Fiscalía no los hace oficiales, todos sabemos que estos tres órganos se pelean adjudicandose cada uno la exactitud y oficialidad de los índices de criminalidad, razón de más para dudar y haber citado la fuente  haciendo la salvedad: "según fulanito de tal...".

El IML publicó datos en su web hasta 2006, la PNC y la Fiscalía jamás lo han hecho porque como sabemos en El Salvador la información pública, cuya obtención y procesamiento lo pagamos los contribuyentes es privada, secreta y utilizada políticamente a conveniencia de quien la posee.

Mi sugerencia al Sr. Valencia es que en el futuro se recuerde que los medios están cambiando los soportes y formatos tradicionales por los de la nube, se están volviendo interactivos y de tiempo real, y con los recursos informáticos existentes ahora casi cualquier hijo de vecina tiene a su alcance la mayoría de información de un periodista que se jodió 5 años en una universidad para conseguir un título. Aunque ese acceso no convierte al hijo de vecina ni a nadie en periodista tampoco le disminuye la capacidad de investigar, cotejar, razonar, comprender la realidad y sentar su posición.

Pero la redacción del correo me parece de antología:

Lo primero que deja sentado para que no quepa la menor duda es que él es  periodista, probablemente para que el lector (yo) infiera que no es nada.
 
Luego, además de no ser nada (a la par de él) el destinatario de su mensaje (yo) es ciego pero aún así gracias a su magnanima humanidad desciende para responder la crítica hecha a su artículo.

De acuerdo a la hora de los tweets, y del correo el periodista Valencia se tardó 3 horas en enviar esta respuesta, pero las pocas líneas del contenido del mensaje y adjuntar un archivo no se llevan ese tiempo. Los conceptos que vierte sobre mi persona indican que se dedico a navegar por la red para saber quien es este hijo de vecina que le ha cuestionado su artículo y descubrió que soy ciego, imposible de convencer, dogmático, difamador, falso acusador, ignorante sobre mi país (al ir escribiendo esto estoy a punto de cortarme la venas).

 
Creo que su investigación sobre mi no fue del todo exitosa porque de lo contrario habría encontrado los tweets y este post donde señalo que "no se trata de negar o esconder lo mal que estamos o los desaciertos del gobierno", igual en mi blog podría haber encontrado por ejemplo: Mi posición sobre la destitución de la Directora del ISDEMU o lo que escribi sobre los cables de Wikileaks.

Disculpe señor periodista Valencia, usted hace énfasis en que tiene mas de 12 años de vivir en mi país y se infiere por su afirmación que lo conoce mejor que yo, como si el tiempo lo fuera todo. 
 
Le comunico que yo tengo más de 50 y le puedo contar en primera persona historias como las que escribe en su blog, si conozco muy bien y además amo a mi país pero quiero que lo arreglemos a la salvadoreña, no a la cubana, española o gringa, suficientes líos tenemos para que a alguien se le ocurra tirar mas combustible gratuito para que los detractores de lo poco bueno que se esta haciendo lo jodan (no quiero decir que estamos para repartir dulces y tirar cuetes).

Por último, solo como dato, el 22 de enero de 1980 no es cierto que la cola de la marcha llegaba al Salvador del Mundo, llegaba exactamente al Canal 2 y la cabeza no había llegado a Catedral, había dado la vuelta a la manzana por el Palacio Nacional, el Banco Hipotecario, la 2av y llegaba nuevamente a la esquina de la Av, España con la Calle Rubén Darío (preocupados por como ibamos a resolver eso estabamos cuando empezaron a sonar los disparos), la formación de la marcha era de 6 filas, la distancia entre personas era el largo de un brazo, así se planificó. Si es cierto que jamás ha habido algo igual en El Salvador.

No se si esto dejará algún tipo de moraleja, pero eso ya no es problema mío

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