sábado, 22 de mayo de 2010

¿A que responde en realidad el despido de Raúl Murillo de Protección Civil?

A principios de semana, por la noche me llamo la atención una breve noticia que decía algo así:

Que Jorge Meléndez Director del Sistema Nacional de Protección Civil había informado que Raúl Murillo actual Subdirector había sido promovido a encargado de la Unidad de Alerta Temprana y se agregaba en la nota que con menor sueldo.

¿De Subdirector a técnico y con menor sueldo es promoción? me pregunte y hasta envie un twitt al respecto.

Este viernes ya se publica lo que en realidad ha sucedido: lo han removido del cargo. La remoción tiene dos características muy conocidas en El Salvador
a) Es "por motivos de salud" y

b) No se encuentra en el país al momento de su despido

¿Suena conocido este cuento?, claro es el "método Arena de despidos", uno muy recordado es el del ahora emplazado ex Ministro de Obras Públicas David Gutiérrez que cuando ya no fue posible ocultar sus actos de corrupción lo enfermaron y sustituyeron

¿Cuál es mi razón para escribir este post?, son dos pero antes quiero hacer una aclaración:

No conozco personalmente a Raúl Murillo pero por mi trabajo y experiencia en la gestión preventiva del riesgo de desastres le he seguido la pista desde que hacían una gran pareja de trabajo con el Ing. Antonio Arenas que fungió como director general del SNET. Me parece que muchos de los avances conceptuales, técnicos y en capacidades del actual Sistema de Protección Civil se le debe a estas dos personas.

Razón uno

Me atrevo a especular que este desenlace tiene su origen en lo sucedido en Verapaz, San Vicente entre el 7 y 8 de noviembre de 2009 cuando la Alerta fue activada demasiado tarde para evitar muchas muertes de gente humilde.

Murillo a diferencia de Jorge Meléndez es una persona que si conoce y tiene gran experiencia en el manejo de los riesgos de desastre. La semana siguiente en que sucedió la tragedia yo le comentaba a algunas personas conocidas que me extrañaba la reacción tardía de protección civil principalmente por la presencia de Murillo dentro del sistema. Les decía que yo estaba seguro que si de él hubiera dependido la alerta se habría dado con la suficiente anticipación como para permitir evacuar a las familias y evitar si no todas, la mayoría de pérdidas humanas, pero que quien debía dar la orden debió desestimar el consejo de Murrillo y ahi se tienen las consecuencias.

El Faro publicó un artículo que describe lo mas importante sucedido esos fatídicos días, cito un párrafo donde se puede apreciar los diferentes puntos de vista entre Meléndez y Murillo, queda muy clara la falta de conocimiento y criterio técnico de Meléndez:

"A esa misma hora arrancaba en San Salvador una reunión en la que el director de Protección Civil, Jorge Meléndez, y su segundo al mando, Raúl Murillo, discutieron durante hora y 45 minutos si era conveniente mantener la alerta o quitarla. A pesar de que, el día anterior, el Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) había advertido que las peores condiciones se esperaban, precisamente, para el sábado. Pero la mañana del sábado hizo creer a Meléndez que la situación tal vez iba a mejorar. Y a pesar de que el día no pintaba tan mal, Murillo logró convencer a Meléndez de que era mejor mantener la alerta, porque las lecturas sí pronosticaban una intensificación en las precipitaciones para la noche. Murillo le atinó, pero sin imaginarse, como Catarino, que se vendría algo inimaginable"

Es fácil deducir que como Meléndez vió el cielo claro y que no estaba cayendo el chaparrazo de agua ¿para que mantener la alerta verde? pero Murillo una persona de experiencia y con conocimiento técnico sabe que debe hacerse caso a esa experiencia y a lo que los instrumentos científico técnicos indican.

Aquí, quiero compartir a modo de anécdota que yo aunque no me considero un experto algo he aprendido en la gestión preventiva del riesgo de desastres al enfrentar situaciones durante los terremotos de 2001, el Stan, la erupción del volcán de Santa Ana entre otros. 

Desde el viernes 6 noviembre que comenzó a llover, por medio de Internet decidí estar monitoreando las fotos satelitales y reportes del centro nacional de Huracanes de La Florida (todos los años monitoreo la temporada de huracanes de esta forma), las alertas en la página del SNET, radios locales, noticieros de televisión y otras fuentes de datos.

Rápidamente constate con preocupación un fenómeno: la tormenta Ida se desplazaba por el norte de Honduras con un radio de precipitaciones de más de 450kms, lo primero que pensé fue que los afluentes hondureños del Río Lempa descargarían grandes cantidades de agua hacia El Salvador y afectarían a los habitantes del Bajo Lempa. Pero luego se presento que la tormenta que en el mismo momento azotaba la costa mexicana se había desplazado hacia el sur y la imágenes de satélite mostraban una tendencia a confluir en algún momento con Ida. Esto lo observé el sábado 7 por la mañana.

Cuando desde temprano en la tarde de ese sábado comenzó a llover en San Salvador, llegaron las 6 pm repitiéndose un ciclo de lluvia copiosa con breves  períodos de calma  le comente a mi esposa mi preocupación, que creía que ya debían haber varias zonas inundadas pero que no había por radio o televisión ninguna alerta o información específica. A eso de las 9pm las fotos de satelite mostraban a El Salvador totalmente cubierto de nubes y los boletines de acuerdo al protocolo que siguen alertaban de evacuar zonas altas de Honduras ante  el peligro de deslaves (porque el NHC de La Florida emitía sobre Ida), pero aquí el Sistema de Protección Civil Guardaba silencio, nada en la radio, tv, página del SNET, mi preocupación aumentaba como si yo era el responsable de lo que se debía hacer.

A las 11:30 pm yo estaba desesperado y me sentía impotente, le comento a mi esposa que creía que a esas alturas ya debían haber tragedias por el tiempo y copiosidad de las lluvias, le decía que los suelos ya no absorben el agua y todo apunta a que lloverá toda la noche pero ¡Protección Civil sin elevar la alerta ni informar que estaba sucediendo!.


He narrado esto porque me imagino que para Raúl Murillo la situación debe haber sido  dramática. Saber lo que se debía hacer y no poder hacerlo por no tener autorización, yo que soy un simple ciudadano sentía rabia e impotencia de no ver reacción en las autoridades, como se sentiría el subdirector del Sistema de Protección Civil.

Me parece que ahora estamos asistiendo al desenlace de eso, y se da "casualmente" cuando estamos al inicio de la nueva época lluviosa (erróneamente llamado invierno). Creo que Murillo ya no soporta la incapacidad de su jefatura y no quiere ser responsable de una nueva tragedia.

Razón dos
La decisión de quien es el Director de Protección Civil es del presidente Mauricio Funes, de nadie más, el lo juramentó en casa presidencial y lo presentó a la nación por medio de la prensa.

Jorge Meléndez como sabemos fue cuestionado por su rol al frente de Protección Civil en la tragedia de noviembre de 2009, en esa ocasión fue defendido tanto por su jefe inmediato en Gobernación como por el presidente Funes. Ahora que ha sido cuestionado por el asesinato de Roque Dalton nuevamente el presidente Funes ha salido en su defensa.

Recordemos que cualquiera que ha osado realizar una mínima observación a las decisiones del presidente ha sido humillado en público, calificado de populista, irresponsable, mentiroso, entre otros calificativos de su al parecer largo repertorio.

Es claro que el presidente Funes al nombrar a Jorge Meléndez en ese  estratégico cargo esta pagando un favor político: el apoyo de Meléndez en la campaña electoral y porque es parte de lo que sirve para decir que tenemos un gobierno de "Unidad Nacional".

Un cargo que requiere conocimiento, experiencia y sensibilidad humana o al menos sentido común para escuchar y atender el consejo de los expertos ha sido entregado a un aliado político que en su primera prueba obtuvo como resultado la pérdida de muchas vidas humanas y costos que el Estado esta asumiendo.

Estamos a las puertas de una nueva época lluviosa, lo poco que ha habido de lluvias ya desnudo los niveles de vulnerabilidad del país que de acuerdo al Equipo de Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Caso de Desastres (UNDAC), El Salvador es el país más vulnerable del mundo donde el 88.7% del territorio nacional es vulnerable a fenómenos de origen natural y el 95% de la población es vulnerable a sufrir los efectos de esos fenómenos.

¿Que logran Mauricio Funes, Humberto Centeno y Jorge Meléndez con el despido de un cuadro altamente cualificado en un campo tan crucial y en el que el que el país ha invertido mucho para formarlo?

¿Para este 2010 con quienes se cuenta en Protección Civil que tienen el conocimiento, experiencia y capacidad para evaluar, recomendar y si es preciso pelear con los jefes para que se tomen las medidas apropiadas en el tiempo apropiado?

¿Asumirán Mauricio Funes, Humberto Centeno y Jorge Meléndez la responsabilidad directa y los costos de una nueva tragedia por deshacerse de las personas que saben que hacer en esta situaciones?

 A inicios del próximo año (preelectoral por cierto) estaremos evaluando como nos fue

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